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The Past, Present and Future of La Marta Wildlife Refuge

Don Manuel impressed us with his trilingual abilities. During our conversation, it was apparent how much passion and love Don Manuel has for La Marta. In response to ‘Why did the university take on the management of this refuge’, Don Manuel explained, “There were earthquakes and Turrialba’s volcano erupted dramatically, which heavily damaged the agriculture here.” In the 1930s, following these disasters, “A terrible tragedy took place – the River Gato flooded, and the village where the workers lived was completely destroyed – most of the workers were killed and very few survived.” Following this, the land was abandoned and left alone until 1991.

With the government unsure of what to do with La Marta, Castro Carazo University then gathered enough signatures for a legitimate petition for the land to be given to them to manage. This started the rehabilitation of the land and a wildlife refuge and today, La Marta is a rich habitat which is cared for by six dedicated rangers.

We asked Don Manuel what he thought about the growing relationship with Raleigh and he said: “The most important thing to me, is the culture that the volunteers bring to the rangers. Next, of course, is the help they give us in clearing and keeping the refuge accessible to researchers and visitors – that is a bonus!”

We were keen to know what Don Manuel has done the past 10 years as director of the park. He told us that he has tried to make La Marta more well-known: “In addition to clearing the trees around the ruins of the old processors, we have built lots of new paths with the help of Raleigh volunteers, for people to explore more of the wildlife refuge. I would like to build a Scientific Research Centre in La Marta, next to the ruins. That way, the past and the present can be showcased together.”

The past 6 weeks we have loved getting to know the rangers and La Marta, and it has been a privilege to help the rangers achieve some of their goals this Spring in Costa Rica. Hopefully in the foreseeable future, Raleigh’s volunteers will be the ones who get to build Don Manuel’s vision and bring it to life.

Story by Harriet Church, Alfie and Q – 19C Expedition, Alpha 3

Edited by Karen Flynn


 

El pasado, presente y futuro de La Marta Wildlife Refuge

Una mañana lluviosa en La Marta, un inglés, una inglesa y un francés se fueron a una entrevista.

Aunque este es el comienzo de una terrible broma… así fue para Alfie, Q y yo – parte del grupo de voluntarios que pasó 19 días en este hermoso refugio de vida silvestre. El hombre de la mañana y el tema de nuestra entrevista es Manuel Víquez, también conocido como Don Manuel. Él es el actual director de La Marta y trabaja oficialmente para la Universidad Castro Carazo, centro al cual se le entregó el control de la Marta en 1991.

Don Manuel nos impresionó con sus habilidades trilingües y probó las habilidades de Alfie en español. La entrevista también fue apoyada por la herencia francesa de Q y sus habilidades lingüísticas. Durante nuestra conversación, fue evidente cuánta pasión y amor tiene Don Manuel por La Marta. En respuesta a “¿por qué la Universidad obtuvo la gestión de este refugio?”, compartió el trasfondo de La Marta con nosotros: “Durante la guerra civil estadounidense, cuando los sureños estaban perdiendo la pelea, huyeron a América Central y América del Sur para encontrar nuevas tierras para cultivar y formar un asentamiento seguro.”

Al final de la guerra civil en la década de 1870, La Marta se utilizaba como lugar de plantación y procesamiento de plátanos, café y caña de azúcar. Aún no era un refugio de vida silvestre, sino una tierra privada en la que trabajaban indígenas, indios y esclavos africanos.

Desafortunadamente, las condiciones de trabajo empezaron a disolverse rápidamente: las infecciones y las enfermedades debilitaron a los trabajadores. Además de estos temas, Don Manuel explicó: “hubo terremotos y el Volcán de Turrialba estalló dramáticamente, lo que causó graves daños a la agricultura aquí.” En la década de 1930, después de estos desastres, “una terrible tragedia tuvo lugar: el río gato se inundó, y el pueblo donde vivían los trabajadores fue completamente destruido. La mayoría de los trabajadores murieron y muy pocos sobrevivieron.” Después de esto, la tierra fue hasta 1991.

Con el gobierno inseguro de qué hacer con la Marta, la Universidad de Castro Carazo reunió entonces suficientes firmas para una petición legítima de que la tierra les fuera dada para gestionar. Esto comenzó la rehabilitación del lugar para un refugio de vida silvestre y hoy en día, la Marta es un rico hábitat que es atendido por seis dedicados guardaparques.

Le preguntamos a Don Manuel qué pensaba sobre la creciente relación con Raleigh y dijo: “Lo más importante para mí es la cultura que los voluntarios traen a los guardaparques. Después, por supuesto, es la ayuda que nos dan en despejar y mantener el refugio accesible a los investigadores y visitantes – ¡es un bono!”

Nos entusiasma saber lo que Don Manuel ha hecho durante los últimos 10 años como director del refugio. Nos dijo que ha tratado de hacer que la Marta sea más conocida: “Además de limpiar los árboles alrededor de las ruinas de los antiguos procesadores, hemos construido un montón de nuevos senderos con la ayuda de voluntarios de Raleigh para que la gente explore más del refugio de vida silvestre. Me gustaría construir un centro de investigación científica en La Marta junto a las ruinas. De esa manera, el pasado y el presente pueden ser exhibido juntos.”

Nos ha encantado conocer La Marta y sus guarparques, durante las últimas 6 semanas, y ha sido un privilegio ayudarlos a alcanzar algunos de sus objetivos esta temporada en Costa Rica. Esperemos que, en un futuro cercano, los voluntarios de Raleigh sean los que construyan y hagan vivir la visión de Don Manuel.

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